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Costura y vino: un maridaje inesperado con Hilo Negro

El pasado 26 de marzo tuvimos la oportunidad de participar en una experiencia fuera de lo común en la Academia Sistema C y C (Instagram: @systemacyc), en la colonia Hipódromo Condesa. Nos apuntamos al taller “Entre hilos y copas”, organizado por la reconocida vinícola mexicana Hilo Negro, que prometía fusionar dos mundos que nos apasionan: la costura y el vino.

hilo negro sistema cyc taller de costura

Lo que vivimos superó todas nuestras expectativas y nos permitió descubrir cómo la creatividad puede unir disciplinas que son aparentemente completamente distintas.

Costura y vino: un maridaje inesperado

Desde el primer momento, el ambiente nos envolvió con su calidez y entusiasmo. Nos recibieron con máquinas de coser perfectamente preparadas y una mesa que invitaba a disfrutar de una cata exquisita.

Guiados por maestras expertas, aprendimos a manejar la máquina de coser y a dar forma a nuestras ideas con aguja, hilo y tela.

Mientras avanzábamos con cada puntada, nos dimos cuenta de que la paciencia, la técnica y el amor por los detalles son cualidades que comparten tanto la costura como la enología.

Descubriendo los vinos de Hilo Negro

La cata fue uno de los momentos más esperados y, sin duda, uno de los más memorables de la jornada.

Probamos tres etiquetas de Hilo Negro, cada una inspirada en una técnica de costura:

  • Tricot: Este rosado nos conquistó con su color fresa y sus notas frescas a cereza y flores. Nos recordó a los tejidos flexibles y elegantes que admiramos en la costura. Su acidez balanceada lo hizo el acompañante ideal para los bocadillos ligeros que degustamos durante el taller.
  • Escala: Un Syrah de rojo brillante, con aromas a moras y flores, que en boca desplegaba matices de caramelo y vainilla. Su crianza de 24 meses en barrica de roble francés le dio una sofisticación que asociamos con una puntada decorativa bien ejecutada.
  • Zigzag: Fue nuestro favorito. Este tinto, ensamblaje de Nebbiolo y Syrah, nos sorprendió con su profundidad y complejidad. Detectamos notas de cereza, frambuesa, especias, chocolate y café, y su textura aterciopelada evocaba la versatilidad de la puntada zigzag, imprescindible en cualquier proyecto de costura y, ahora, en nuestra mesa.

Durante el taller, descubrimos que la creatividad y el cuidado por los detalles son la esencia tanto de la costura como del vino. Cada puntada que dábamos encontraba su reflejo en cada sorbo de vino, y la experiencia se transformó en un verdadero maridaje de sentidos.

Aprendimos más sobre Hilo Negro, una vinícola del Valle de Guadalupe dirigida por el enólogo Daniel Lonnberg, que ha sido reconocida internacionalmente por su calidad y autenticidad.

Ahora, más que nunca, tenemos ganas de visitar su sala de degustación y sus restaurantes en Ensenada para seguir explorando sus propuestas.

Salimos de “Entre hilos y copas” inspirados y con una visión renovada sobre cómo el arte puede conectar diferentes disciplinas.

Si alguna vez tienes la oportunidad de participar en un evento así, no lo dudes: descubrirás que la belleza puede encontrarse tanto en una costura perfecta como en una copa de buen vino.

Si quieres saber más sobre Hilo Negro, síguelos en Instagram (@hilonegrovino) o visita vinohilonegro.com y si quieres aprender todo sobre costura, sigue a @systemacyc.

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