La Octava de Muertos en Tepoztlán: Una celebración de muertos única
La Octava de Muertos es una extensión de las tradicionales festividades del Día de Muertos que se celebra en Tepoztlán, a tan solo una hora de la Ciudad de México.
Mientras que el Día de Muertos se celebra ampliamente el 1 y 2 de noviembre, La Octava de Muertos ocurre una semana después, el 9 de noviembre.
Este día adicional permite a las familias honrar una vez más a sus seres queridos fallecidos, reforzando los lazos entre los vivos y los muertos.
La celebración se marca con una serie de tradiciones sentidas y coloridas. Las familias se reúnen para visitar las tumbas de sus parientes fallecidos, llevando flores frescas, velas y ofrendas.
Los cementerios se transforman en vibrantes exhibiciones de cempasúchil, papel picado y recuerdos personales.
Uno de los aspectos más distintivos de La Octava de Muertos en Tepoztlán es el aspecto comunitario de la celebración.
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Vecinos y familias extendidas se reúnen para compartir comida, historias y recuerdos.
Se preparan y disfrutan platos tradicionales como tamales, mole y pan de muerto, simbolizando la conexión duradera entre los vivos y los fallecidos.
El significado espiritual
La Octava de Muertos no es solo un momento para el recuerdo; también es un evento profundamente espiritual.
Muchos residentes de Tepoztlán creen que durante este período, los espíritus de sus antepasados regresan al reino terrenal.
Se arreglan meticulosamente ofrendas especiales en hogares y espacios públicos, adornadas con fotografías, comidas favoritas y pertenencias preciadas de los fallecidos.
El acto de crear estas ofrendas es un trabajo de amor y respeto, reflejando la creencia de la comunidad en la naturaleza cíclica de la vida y la muerte.
Una tradición viva
Mientras Tepoztlán continúa abrazando la modernidad, La Octava de Muertos sigue siendo un recordatorio firme de las raíces y valores del pueblo.
Es una celebración que trasciende generaciones, enseñando a los miembros más jóvenes de la comunidad sobre la importancia de honrar su herencia y los recuerdos de aquellos que vinieron antes que ellos.
