Dónde consentir a papá: los mejores restaurantes para el Día del Padre en CDMX

El Día del Padre es la excusa perfecta para consentir al rey de la casa y celebrar con buena comida, risas y momentos inolvidables en familia. Y si hay algo que sobra en la Ciudad de México son restaurantes espectaculares, capaces de conquistar hasta al papá más exigente: desde terrazas con vistas de postal y mariscos fresquísimos, hasta templos de la carne, clásicos de la cocina mexicana y rincones con historia y sazón.
Así que olvídate de los regalos aburridos y sorprende a papá con una experiencia gastronómica que le saque una sonrisa (y tal vez un botón del pantalón). Aquí te dejamos una selección de restaurantes donde el festejo está garantizado y el antojo es protagonista.
La Buena Barra
¿Quieres que papá se sienta como el verdadero jefe de la parrilla (pero sin tener que lavar los trastes)? Entonces este Día del Padre, llévalo a La Buena Barra, el restaurante norteño que trajo el sabor regio y el ambiente de fiesta a Polanco. Aquí, la carne es la protagonista, pero la experiencia es de película: paella, cócteles y una terraza que invita a alargar la sobremesa.

En La Buena Barra, papá podrá darse gusto con cortes premium al carbón, tacos de jaiba y hasta una hamburguesa que merece su propio aplauso. ¿Antojo de algo más tradicional? Prueba la tostada de escamoles, el consomé de cola de res o el caldo tlalpeño, porque aquí la cocina norteña se toma muy en serio (y el sabor también).
¿Y el dato especial para el Día del Padre? ¡Aquí los domingos son de paella! Así que prepárate para ver a papá feliz probando una paella recién hecha, perfecta para compartir en familia y acompañar con una copa de vino o un buen mezcal.
El ambiente es elegante pero relajado, con música en vivo y un servicio que hace sentir a papá como el invitado de honor. Los cocteles y la carta de vinos están listos para cualquier brindis, y los postres, como el pastel de elote o el flan de cajeta, son el final perfecto para una comida de campeonato.
La Docena Oyster Bar & Grill
¿Papá es de los que disfruta el mar en cada bocado y tiene espíritu de explorador gastronómico? Entonces este Día del Padre, llévalo a La Docena Oyster Bar & Grill, el paraíso de los mariscos frescos y el ambiente relajado pero con onda, que llegó de Guadalajara para conquistar la CDMX (y los corazones de los papás sibaritas).

En La Docena, la fiesta empieza con una torre de ostiones fresquísimos, directo del mar a la mesa, acompañados de salsas que despiertan hasta al más dormido. Pero aquí no todo es ostión: hay almejas chocolatas, camarones, ceviches, tiraditos y, para los amantes de lo clásico, hamburguesas y cortes al grill que también son de campeonato. ¿Papá es de los que disfruta el ritual? Pide la langosta a las brasas o una docena de ostiones Rockefeller y déjalo sentirse capitán de barco (pero sin mareos).
El ambiente es desenfadado, alegre y siempre animado, ideal para brindar con una cerveza artesanal, un vino blanco bien frío o un mezcal para los más valientes. Aquí, la sobremesa se alarga entre risas, buena música y platillos que invitan a compartir.
Contramar
¿Papá es fan del buen comer, el mar y la sobremesa con estilo? Entonces este Día del Padre llévalo a Contramar, el templo capitalino del marisco fresco y la buena vibra desde 1998 en la Roma Norte. Aquí, la chef Gabriela Cámara convirtió el antojo de playa en una experiencia gourmet que ya es leyenda en la CDMX.

En Contramar, la especialidad es el pescado a la talla: mitad adobo rojo, mitad perejil, todo un espectáculo que llega a la mesa listo para compartir (y presumir en Instagram, porque papá también se actualiza). No pueden faltar las tostadas de atún con chipotle —tan adictivas que seguro pedirán doble—, los tacos de pescado al pastor, los ceviches fresquísimos y, para cerrar, el famosísimo merengue de frutos rojos, porque el postre también es cosa seria.
El ambiente es relajado, alegre y siempre animado, perfecto para brindar y celebrar a papá entre risas, buen servicio y mariscos que parecen recién salidos del Pacífico. Así que este Día del Padre, olvídate del asador y deja que Contramar consienta a papá con sabor a mar y corazón chilango. ¡Aquí la fiesta y el antojo nunca faltan!
Nicos
Si este Día del Padre quieres llevar a papá a un lugar donde la comida mexicana sabe a historia, cariño y un poquito de gloria, Nicos es la respuesta (y el as bajo la manga de los comelones expertos). Fundado en 1957 en Clavería, este restaurante familiar ha conquistado paladares por décadas y hasta ha sido reconocido entre los mejores de Latinoamérica. ¿El secreto? Amor por la tradición y sazón de casa.

En Nicos, papá podrá sentirse como en la sala de la abuela, pero con platillos que son verdaderas joyas de la gastronomía nacional: desde unos frijoles refritos con totopos hechos al momento, hasta un chile en nogada que podría hacerle sombra a cualquier concurso de pueblo. ¿Antojo de algo más? Prueba su mole de olla, los escamoles en temporada o el legendario filete de res con salsa de huitlacoche. Y no olvides pedir la guacamole preparado en tu mesa, porque aquí el show también va incluido.
El ambiente es relajado, sin pretensiones, ideal para platicar largo y tendido mientras papá disfruta de una buena copa y una sobremesa de campeonato. En Nicos, cada platillo cuenta una historia y cada visita es una celebración a lo que más queremos: la familia, la comida y, claro, ¡a papá!
El Cardenal
Fundado en 1969 y con varias sucursales en la CDMX, este restaurante es ya toda una institución: aquí la tradición mexicana se sirve en cada plato, y el aroma a pan recién horneado es la bienvenida que todos merecemos.

En El Cardenal, papá podrá empezar su día como rey con un chocolate caliente espumoso y un pan dulce que parece salido de un sueño. ¿Antojo de algo más sustancioso? Sus chilaquiles, huevos al gusto (con natas de la casa, por supuesto), enchiladas o el famoso filete de pescado a la veracruzana nunca fallan. Y para los papás de buen diente, no hay que perderse el chamorro, el mole o los tradicionales escamoles (si se siente aventurero).
El ambiente es clásico, familiar y cálido, como un abrazo de abuela, pero con servicio de primera. Aquí, cada comida se convierte en un ritual que celebra nuestras raíces y la buena mesa. Así que este Día del Padre, lleva a papá a El Cardenal y deja que la tradición haga su magia… ¡y que el antojo también herede de generación en generación!
Azul Histórico
¿Buscas un lugar donde papá pueda sentirse como todo un patriarca, rodeado de historia, naturaleza y platillos que conquistan hasta los paladares más exigentes? Azul Histórico es el escenario perfecto para el Día del Padre. Imagina celebrar bajo un dosel de árboles centenarios, en un patio colonial tan bonito que hasta papá querrá tomarse una selfie.

Aquí, cada platillo es una oda a la cocina mexicana: desde los moles que parecen obra de arte, hasta los chiles en nogada de temporada y los tacos de lechón que hacen que cualquier dieta se olvide por un día. El ambiente es elegante pero relajado, ideal para largas sobremesas y brindis en familia.
En Azul Histórico, el Día del Padre se convierte en una fiesta de sabores y momentos especiales. Porque consentir a papá con buena comida y un lugar espectacular… ¡es la mejor forma de decirle gracias por todo!